Black Canyon of the Gunnison 2015
Desde la primera vez que visité Colorado en el 2013 muchos escaladores me dijeron que debía visitar el Black Canyon. Por ser verano, y las temperaturas extremadamente calientes, no tuve la oportunidad de escalar en este poco reconocido pero importante lugar. Para el año 2015, entre todos mis objetivos, el principal fue llegar al Black Canyon y exitosamente escalar sus paredes. Con algo de suerte, pero también esfuerzo, entrenamiento y motivación, logré formar parte de un grupo de escaladores que han logrado ascender exitosamente las impresionantes paredes del Black.
El objetivo inició cuando en la Universidad San Francisco, entre clases y quehaceres, vi un video del Black Canyon y una de sus mas famosas vías, Scenic Cruise, con mi primo Joaquin Lopez. El video era corto pero bien editado y demostraba la enorme capacidad y potencial del Black. Hice algo de investigación, y me encontré con una tendencia de porqué este lugar con paredes de hasta 700 metros no es el lugar mas popular para escalar en Colorado ni en los Estados Unidos.
En primer lugar, su nombre lo dice todo, el Black Canyon, y tiene en si una apariencia oscura, de roca negra, y crea temor e intimidación para los escaladores y también turistas. Segundo, es un lugar que tiene una dinámica de escalada algo diferente a otros lugares, y que personalmente nunca antes había experimentado. El lugar es un cañon, un enorme hueco en la superficie de Colorado formado por la erosión del Rio Gunnison sobre las paredes rocosas. Por esta razón, para poder escalar las paredes, uno tiene que descender primero, ya sea rapelando o desescalando, o con una mezcla de los dos, y llegar a la base del cañon junto al río. Al llegar a la base, existe una sola salida hacia al mundo, escalar. Por esta razón, entrar al Black es algo bastante expuesto al riesgo, pues la única forma de salir de allí es escalando las paredes.
Aparte de estos dos factores importantes, el cañon se caracteriza por tener muchísimas plantas de Poison Ivy, la correspondiente a la Ortiga ecuatoriana. Esta planta se encuentra en todos los descensos del cañon y ha sido una de las especies dominantes del lugar por miles de años. A esto se le suma la presencia de muchísimas garrapatas y pájaros que habitan el lugar, la variación de temperaturas del aire durante el día y la noche, el rugido constante del Rio Gunnnison y la caída frecuente de roca. El lugar particularmente esta formado de la roca metamórfica Gneis o también conocida como Migmatita, algo parecida al granito de textura. Sin embargo, entre las inmensas paredes del cañon, se encuentran bandas rosadas de roca Pegmatita, la cual se caracteriza por ser sumamente inestable, es decir que se rompe fácilmente, tiene muchos cristales, y la textura es sumamente pulida. Esto hace que entrar a las bandas de Pegmatita sea como escalar en baldosas.
Con todos estos factores, una parte de los escaladores modernos han evitado el lugar, y decidido ir a otros lugares con mejores y mas seguras “condiciones”, pero hay a quienes este tipo de escalada y lugares llaman la atención.
Al ver la profundidad del cañon desde el mirador Chasm View, uno se queda atónito. Es tal vez una sensación muy parecida a ver la pared de 1000 metros de El Capitán desde el valle de Yosemite, sino que al revés. Uno esta arriba viendo el rio, los pilares, paredes y bandas de Pegmatita, y uno se queda sin palabras. Sin duda uno de los lugares mas impresionantes que he visitado en mi vida como escalador y montañista.
Llegue a Colorado para hacer algunos entrenamientos junto con la escuela de montañismo Outward Bound School en la cordillera Sawatch, y después de varias semanas de frío y nieve, descendí hacia la ciudad de Boulder para dedicarme a escalar en roca. Junto con mi amigo Adam Pecan estuvimos cinco días seguidos escalando en El Dorado Canyon, disfrutando de la roca y del ambiente amistoso de Boulder. Entre nuestros asensos, logramos interactuar con distintos niveles de dificultad, exposición y tipos de escalada. Después de esto estuve en la cuidad de Vail para obtener mucha motivación viendo las clasificatorias y finales de nada mas y nada menos que el mundial de boulder en los Go Pro Mountain Games de Colorado. La experiencia fue fantástica.
Visitando una de la paredes mas populares y sencillas para entrenar algo durante el día, conocí y escalé junto a Sasha DiGulian, lo cual fue tanto motivante y divertido al mismo tiempo. Junto con mi amigo y actual compañero Nick Scott, decidimos bajar hacia el famoso lugar de Rifle, el cual tiene mas de 2000 vías de escalada deportiva con una de las concentraciones de dificultades entre 7a y 8a mas grandes del mundo. El lugar nos acogió por un gran día de escalada donde pude resolver algunos proyectos establecidos el año anterior. Después de un descanso intermedio en Grand Junction, por fin llegamos la tarde del lunes 8 de junio a nuestro campamento en la planicie norte del Black Canyon. Después de visitar los miradores, investigar nuestro descenso al cañon, y cocinar una buena cena, alistamos el equipo para al siguiente día escalar la ruta de 13 largos y 520 metros de altura, Scenic Cruise. Esta ruta forma parte de las 50 rutas clásicas de America del Norte, entre ellas The Nose en El Capitán, Half Dome, the Diamond, entre otras.
El inicio fue bastante temprano, pues para evitar las olas de calor debíamos entrar al cañon de noche para escalar con sombra la mayor parte de la vía antes de que el sol pegue en la roca. A las 3:30 de la mañana empezamos el descenso a pie y algunos rapeles por uno de los drenajes que alimentan el Río Gunnison. Al amanecer, tuvimos la mala suerte de adelantarnos del inicio de nuestra vía y perdimos mas o menos una hora buscando nuestro ingreso a la pared. Finalmente, después de buscar y comparar fotografías en nuestros celulares, Nick y yo nos paramos en la base de la pared. La vista hacia arriba me recordaba de ascensos que he realizado en Estados Unidos. Y como siempre, las ganas de estar ya en la pared y escalar se hacían realidad al sentir la roca en mis manos, ponerme los zapatos de escalar y arreglar el equipo.
Empezamos la via con mucha energía y motivación, escalando los primeros 2 largos y medio en simultáneo. Esta técnica es rápida, pero arriesga tener una caída bastante grave por cualquiera de los dos escaladores, el que lidera y el que le sigue. Sin embargo en terreno relativamente fácil fue oportuno liderar estos largos, bastante divertidos y en plena sombra. Llegando a la reunión, fue el turno de Nick para liderar el tercer largo y continuar hacia las partes mas verticales, donde se encontraba el crux (parte mas difícil) de la vía en términos de escalada. Tome la punta en este segmento que fue extremadamente divertido y no me causó gran dificultad. Empezaba por una fisura continua de 30 metros de manos, por una parte expuesta en un mini techo, a una fisura de dedos de 10 metros. Desde allí aseguré a Nick quien llego a la reunion con la frase “Nice lead dude”. Era ahora el turno de Nick continuar por otro largo de fisura hasta una reunión cómoda donde el sol empezó a pegar en la pared. Para evitar la sed de las altas temperaturas, llevamos 6 litros de agua para los dos, cargados en una mochila que levaría el escalador que iba de segundo. Era mi turno de liderar, un segmento bastante famoso de vía el cual era entrar en una banda de Pegmatita y hacer una traviesa de 20+ metros hacia la izquierda. Uno de los problemas que enfrenta el escalador al entrar a las bandas de Pegmatita es que la protección se vuelve muy escasa. Con fuerza y rapidez entre a la travesía, y sin menor problema después de algunos pasos delicados asegurados de un cacho de Pegmatita, logré establecer una reunión colgante en el lado opuesto de la travesía. Nick entró de segundo y sin problemas lideró el siguiente largo hacia la mitad de la vía, una repisa donde algunos de los equipos que entran a esta vía la usan para pasar la noche. Nuestra estrategia, era rápida y eficiente y por eso realizaríamos el ascenso en un solo día.
Tomamos un descanso con algo de agua, unos sanduches que llevamos de almuerzo y mis ExtendBars que nunca fallan y siempre me dan un buen sabor y lo más importante energía de larga duración. Al salir de la repisa a un nuevo sistema de fisuras, logré encadenar dos largos de una sola con mucho peso de la cuerda sobre mi y bastante esfuerzo físico, pero así ahorramos algo de tiempo y agua. Ese momento, me recordó mucho a años atrás a sentir el impacto del esfuerzo físico en la Esfinge en Peru, y el Fairview Dome en Tuolumne Meadows. Fue extremadamente divertido y en esa parte se distingue mas de la profundidad del cañon mientras uno escala cogido de agarres buenos y fisuras, pero en una posición extraplomada, es decir, de mayor inclinación que una pared vertical. Nick tomó el siguiente largo por una mini chimenea hasta una reunión con bolts, donde iniciaba otra travesía expuesta al vacío en otra banda de Pegmatita. Al liderar este segmento y salir de la reunion me encontré con un fuerte runout (etapa sin protección) de unos 15 metros a ciegas de mi asegurador, y entrando a tres movimientos de dificultad 5.10d (6c) protegido por un par de bolts en la parte superior. Con concentración resolví los delicados movimientos en roca muy resbalosa y unos 20 minutos después formé una reunión bajo una fisura dihedral. Nick llegó nuevamente con la frase “once again, nice lead dude”, y era ahora su turno de sobrepasar un crux mental de exposición al vacío, al estar 400+ metros sobre el río, y algunos movimientos de entrar y salir de la fisura. Su última reunión me encaminaba a una escalada de mas de 60 metros hacia el filo del cañon, el fin de la escalada, y la culminación de la pared vertical. Al llegar arriba con mucho peso de la cuerda, quedé con Nick en que empiece a escalar para hacer esa última etapa en simultáneo. No tomó mucho tiempo cuando pude hacer una reunion sólida mientras Nick escalaba arriba en el filo del cañon, y asegurarlo para la culminación de la via. Eran las 4 de la tarde, 10 horas después de dar el primer paso vertical en la pared.
Tomé un respiro y algo de agua, comí un ExtendBar cuando me di cuenta de donde estaba, de la gran pared que había escalado y de la profundidad del cañon. De las vistas desde abajo y del vértigo desde arriba, y de la enorme satisfacción de haber cumplido otro sueño mas y otra meta.
Saqué mi bandera de Ecuador, y con mucha alegría disfrute de la gloria del momento de estar parado en ese lugar después de liberar una vía de más de 500 metros, en un lugar con tan conocido renombre. Me di cuenta que el camino no fue del todo fácil, y años atrás una vía de estas características me hubiera dado gran pelea. Pero gracias al entrenamiento, experiencia, y lo mas importante motivación, pude cumplir mi objetivo exitosamente. El trabajo duro en el gimnasio Vértigo en Quito, en la roca de Ecuador, los viajes a Tangán y los fines de semana en Cuyuja. Los días en El Dorado, Vail, y Rifle. Todos contribuyeron. Sin la constancia nunca hubiera llegado a este nivel y disfrutar de este momento. La importancia de tener un buen compañero de escalar es sumamente importante, y al igual que yo Nick se encontraba muy feliz de haber escalado en el Black, y una vía que nunca antes había escalado, de esa dificultad, tamaño y exposición. Me di cuenta nuevamente que lugares en el mundo hay muchos por explorar y la escalada no tiene límites. Siempre habrá un nuevo objetivo, y siempre estarán presentes las ganas de volver a lugares como el Black Canyon por vías mas duras, difíciles, y largas. He reiterado una vez mas que los objetivos y sueños se pueden cumplir con toda la motivación y el esfuerzo, pero ahora es cuando en verdad Todo Suma, y la experiencia sobre mis hombros da frutos al escalar, divertirse y sentirse más que nada completamente lleno de vida, energía y fuerza. Agradezco el apoyo incondicional de The North Face Ecuador, por el respaldo constante en la escalada ecuatoriana y el mejor equipo técnico para realizar esta actividad en cualquier condición. A Adelca SA Acerías del Ecuador por una vez más confiar y creer en mi desde mi país Ecuador. A Natura por su apoyo en un segundo año de escalada y entrenamiento. A ExtendBar por proveerme con la mejor fuente de energía de larga duración para entrenamientos, días en la roca, pequeñas y grandes paredes. A mi amiga Alegría Valdez Nutricionista Deportiva por poner el énfasis en lo importante que es la nutrición en el deporte y obtener resultados. A la Universidad San Francisco de Quito por ser mi área de desarrollo de sueños y objetivos. A Colorado Outward Bound School y Colorado Mesa University por todo el aporte en logística para poder llegar al Black. A mis amigos Daniel y Edwin Terán en Boulder por la hospitalidad en esa ciudad. A todos mis amigos escaladores entre ellos a Jorge Proaño, Esteban y Juan Baquero, Nico Dávalos y Santiago Espinosa por ser compañeros de escalada, entrenamiento, risas y diversion. Y mas que nadie a mi familia en especial mi madre por los largos meses de espera, fortaleza y motivación, para seguir escalando para siempre.